Animales políticos

Uno suele llorar a los muertos con los que tuvo alguna relación, o con los que llegó a conocer en sus facetas privadas: padre, madre, amigo, tío, padre de un amigo, etc.


Al finado Nestor Kirschner se lo lloró por su cargo como presidente, y porque su deceso podría llegar a significar también el deceso de sus mayores logros, la UNASUR, la pelea contra los poderes económicos concentrados, la lucha por los Derechos Humanos, etc.

Decenas de miles de personas fueron espontáneamente anoche a la plaza de mayo a brindarle cariño a la presidenta y respeto al difunto ex. Emocionante demostración de apoyo a un modelo que puede tener fallas y que podrá generar opiniones encontradas, pero que ha encontrado en las clases populares una base que no puede dejar de ser tenida en cuenta.

Y esto fue, para mí, el mayor logro del ex presidente Kirchner: la politización de una sociedad que había sufrido el proceso inverso durante la década del noventa y más. Hoy todos volvimos a tener opinión, justamente el valor que surge de la militancia y de la politización social. Es indispensable para el buen funcionamiento de los gobiernos democráticos que la sociedad se manifieste; y toda manifestación es política. De ahí la importancia de que todos nos involucremos en ella, para que podamos organizarnos y expresar lo que queremos.

No es que ahora Néstor sea un prócer, hay que tratar de evitar la mistificación que muchas veces se produce cuando una persona muere. Sin embargo, no caben dudas de que será recordado en los libros de historia como un gran presidente. Sus aciertos y sus errores serán sopesados objetivamente con el tiempo. Es un buen síntoma de madurez social que cuando algo así pasa, lo que se traiga a la memoria sean las cosas positivas. Por lo menos durante estas primeras horas donde la tristeza es grande. De los errores (que no los minimizo) tenemos que aprender y tenerlos en cuenta para el año que viene.